7 de julio de 2009

Lao-Tsé (Lao Tzu), 老子

"Cuando se abandona el Tao
aparecen la "ética" y la "moral".
Con la "verdad" y la "justicia"
surgen los grandes hipócritas.
Cuando no existe armonía entre los parientes,
hablan de "lealtad a la familia" y de "honrar a los padres".
Cuando hay revueltas en el reino,
aparecen el "patriotismo" y el "nacionalismo",
inventando así la fidelidad del buen súbdito.
Cuando el Tao se pierde aparece la falsedad."
Fuente: Tao Te King, Capítulo XVIII.


"El agradecimiento es la memoria del corazón."
"El hombre bueno no se considera maestro de los hombres, sino que les enseña; y el hombre que no es bueno estima como buenas las riquezas que de los hombres obtiene".
"El libro del estratega dice: No provoques la lucha, acéptala; es mejor retroceder un metro que avanzar un centímetro."
"El que todo lo juzga fácil encontrará la vida difícil."
"El que mucho promete rara vez cumple su palabra."
"El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas."
"El sabio no enseña con palabras, sino con actos."
"El Sabio no tiene intereses propios, hace suyos los intereses del pueblo."
"El sabio no es complaciente. Para él los hombres son como perros de paja destinados al sacrificio."

Fuente: Tao Te King, Capítulo V.

"El sabio prefiere la izquierda.
El soldado prefiere la derecha."
Fuente: Tao Te King, Capítulo XXXI.


Contra la guerra.

El que está en el camino del Tao, no refuerza el imperio de las armas.
Toda acción provoca reacciones.
Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.

Después de la guerra, siguen años de hambre.

El buen general vence, y allí se queda.
No abusa de su poder, no se sobreestima.
Vence y no se jacta, vence porque es su deber.

Cuando las cosas alcanzan su extremo, comienzan a declinar.
Eso es oponerse al Tao.
Y lo que se opone al Tao camina rápidamente a su fin.

Guardar las armas.

Las armas más valiosas son objetos nefastos, no son instrumentos para el hombre de Tao.

Las armas son instrumentos de desgracia, no son instrumentos para el rey.

El hombre de Tao utiliza como sitio de honor, en su hogar, la izquierda, y para las armas, la derecha.

Sólo en los casos inevitables hace uso de las armas.
Luego, si vence, no celebra la victoria, no halla placer en ella.
Si hallase placer en ella significaría que se complacía en la matanza de los seres humanos.

Pero el que se complace en la matanza de los seres humanos no verá cumplida su voluntad.