24 de octubre de 2012

KOAN


NO PUEDES ROBARME NADA
Ryokan, el maestro Zen, llevaba la vida mas secilla posible en su pequeño refugio en la montaña. Una tarde, un ladron entro en su refugio y no encontro absolutamente nada de valor.

Ryokan volvio y lo pillo. "Has caminado mucho para visitarme", le dijo al ladron, "y no deberias irte con las manso vacias. Por favor toma mis ropas como regalo."

El ladron estaba perplejo. Tomo las ropas y se marcho de alli.

Ryokan se sento desnudo a contemplar la luna."Podre amigo,", musito, "ojala pudiera haberle dado esta preciosa luna."

AMA ABIERTAMENTE
Veinte monjes y una monja meditaban con cierto maestro Zen.

Eshun era muy hermosa aunque tuviese la cabeza afeitada y vistiese de forma muy sencilla. Varios monjes se enamoraron secretamente de ella. Uno de ellos llego a escribirle una carta de amor, insistiendo en que tuviesen una cita

Eshun no contesto. Al dia siguiente el maestro dio un clase al grupo y una vez hubo acabado, Eshun se levanto. Dirigiendose a quien le habia escrito la carta, dijo: "Si de verdad me amas tanto, ven y dimelo aqui y ahora."

MUESTRAME EL CAMINO
Dice el discípulo:
-Os ruego me mostréis el camino de la liberación.
Responde el maestro:
-¿Quién te tiene prisionero?
-Nadie.
-¿Por qué buscas, pues, la liberación?

REFORMA VERDADERA (como dar consejos)

Ryokan dedico su vida al estudio del Zen. Un dia, oyo que su sobrino, a pesar de las advertencias de sus parientes, estaba gastando todo su dinero en una mujer. El sobrino habia sucedido a Ryokan como administrador de las propiedades de la familia, y la fortuna estaba en peligro de despilfarrarse. Los parientes le pidieron a Ryokan que hiciese algo al respecto.

Ryokan hizo un largo viaje para ver a su sobrino, a quien hacia muchos años que no veia. El sobrino parecia encantado de volver a encontrarse con su tio de nuevo y le invito a pasar la noche.

Ryokan se sento y medito durante toda la noche. Cuando iba a irse de la casa por la mañana, le dijo al joven sobrino: "Debo de hacerme viejo, me tiembla el pulso. ¿Podrias atarme los cordones de mis sandalias?"

El sobrino se apresuro a ayudarle amablemente. "Gracias.", contesto Ryokan. "¿Ves? Los hombres se vuelven viejos y debiles dia a dia. Cuidate bien a ti mismo."

Entonces Ryokan se fue sin mencionar una palabra de la mujer o de las quejas de los parientes, pero a partir de aquel dia los despilfarros del sobrino terminaron.